Egon Schiele

"No hay arte nuevo. Hay artistas nuevos. El artista nuevo tiene que ser fiel completamente a si mismo, ser un creador, ser capaz de construir sus propios cimientos directamente y solo, sin apoyarse en el pasado o la tradición"

Miguel Barnet

".. nos gusta también burlarnos del canon de las academias y de los académicos, de los poderes hegemónicos, de la bolsa de valores y de la prensa adocenada que nos castiga a diario con un lenguaje antiliterario. La literatura no es otra cosa que un antídoto frente a los valores absolutos, un bálsamo y un espejo impúdico que no debe ocultar absolutamente nada. La literatura es la verdadera Caja de Pandora de la mitología y no un tratado de armonía y belleza como quería Platón sino un salvoconducto para instalarnos en esa esfera de lo estético que condensa las aspiraciones más puras del ser humano".
Encuentro Internacional SECH -Chile

domingo, 16 de septiembre de 2007

Rompecabezas

Caminó por la vereda del parque, caviló intentando encontrar las piezas del rompecabezas. La humedad congelaba sus huesos. No le importaba. No tenía tiempo para sentir el hielo del día, sólo el de su alma. Pateó un trozo de volantín y un vaso plástico. ¡Ah! Si pudiera dejar a un lado los recuerdos de esta forma. Hacía tiempo que no lograba conciliar el sueño, las botellas de pisco se acumulaban debajo de la cama y las colillas en los ceniceros. Tosió, el alquitrán lo estaba matando de a poco. Lo sabía, no le importaba. Se cumplirían tres años desde la ruptura con ese ser especial que le hizo sentirse amado y despreciado. Estúpidamente querido y humillado. Habían transcurrido exactamente mil novecientos cinco días desde la gran decepción. Todavía latían en su cabeza los acontecimientos. Como garras de tigre rasguñaban sus vísceras. Arrojaban bilis, retoñaban odios.

No encontraba las piezas del rompecabezas. Cruzó hacia el foro universitario. Con lentitud avanzó rodeando la laguna de los patos. Se sentó con las manos en los bolsillos., piernas estiradas, las piezas aparecían y desaparecían, bailaban burlonas ante sus ojos. ¿Cómo logró sobrevivir este tiempo? No tenía explicación. Los recursos que utilizó, un amigo, otro, una juerga, otra. Estudio o trabajo. ¿Cuál de las drogas tenía mejor efecto? No lograba dar en el clavo. Tenía claro una sola cosa: era sobreviviente de un tornado, un ladrón que entró a su casa y la desmanteló, arrasando su paz. ¿Por qué? ¿Para qué?

No existían respuestas. Seguían faltando las piezas. Un anciano abandonó la banca.

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